Durante la reunión de la Comisión de Presupuesto de la Cámara de Diputados de la Nación, llevada a cabo en el día de hoy, la diputada Lidia Ascárate, del bloque UCR – Tucumán se refirió a la discriminación presupuestaria a la que se somete a la Universidad Nacional de Formosa (UNaF) para su funcionamiento.

En ese sentido, señaló que “la forma en la que se distribuye el presupuesto influye negativamente en la posibilidad del armado de cualquier plan de desarrollo institucional. Está la planilla A, que son los fondos sobre línea, asignados directamente a las universidades, y los fondos bajo línea, que son a distribuir, donde voy a hacer énfasis. Aquí aparece el Instituto Universitario de Formosa por 460 millones de pesos. Esto no es en detrimento de cualquier fondo que venga para un instituto universitario, pero en lo que no estoy de acuerdo es que esté incorporado en la planilla anexa a las universidades nacionales, porque cualquier fondo que esté de esa manera disminuye los fondos que corresponden a las universidades nacionales”.

“En particular, este instituto no tiene reconocimiento nacional. Ahora bien, sabemos que la Universidad Nacional de Formosa (UNaF) está declarada en estado de emergencia porque no puede pagar los sueldos. Por ello, pido en particular por la UNaF”, destacó.

En la sesión parlamentaria, la diputada dijo que “la asignación presupuestaria es uno de los modos más evidentes de evidenciar las prioridades de los gobiernos. Esta desinversión educativa ha sido realizada por medio de tres acciones básicas: el presupuesto a la baja como es el presentado por el Poder Ejecutivo Nacional para el año 2023 que ronda en una merma del 15% si la inflación no supera los 60 puntos anuales, si lo hace, el recorte será mayor aún”.

La segunda acción “es el recorte presupuestario como está ocurriendo desde el 23 de agosto de 50 mil millones, lo que representa una baja del 5 por ciento del presupuesto nacional, y la tercera, la subejecución, lo que implica un recorte en la ejecución presupuestaria”.

“Recortar el presupuesto educativo siempre es una mala decisión, pero hacerlo en un contexto de pobreza e indigencia como el actual muestra un desprecio hacia la educación como constructora de futuro y transformadora de realidades”, repudió.

“El margen de discrecionalidad de del Poder Ejecutivo a través de la Secretaría de Políticas Universitarias (SPU) y otras instancias ejecutivas va en detrimento de las facultades republicanas del Congreso que son la asignación y el control”, agregó.  

Afirmó que “hablar de presupuesto en educación es hablar de una inversión que no tiene techo” y respecto de los recortes que sufre la UNaF aseveró: “Estamos hablando, enunciando sobre disciplinamiento y discrecionalidad”.