La Facultad de Humanidades (FH) de la Universidad Nacional de Formosa (UNaF) organizó una charla en la que se presentaron dos libros de autores de la región.

Durante la misma, que se llevó a cabo el jueves 17 en la Sala de Conferencias “Rectores de la UNaF”, Orlando Van Bredam, escritor y docente de la casa de estudios, presentó su libro “Desorden del día”, en tanto el chaqueño Francisco “Teté” Romero presentó los dos volúmenes de “Culturicidio”.

En el evento, estuvieron presentes el Lic. José Luis Guillen y la Lic. Nélida Miranda, Decano y Vice-decana de la FH, respectivamente; además de Alfredo Jara, director de cultura de la provincia, docentes y estudiantes.

En ese marco, el Prof. Romero expuso que «presenté dos de mis obras que llevan como título Culturicidio, en el que el diálogo con el concepto de genocidio significa destrucción deliberada del patrimonio cultural, lingüístico, identitario y de la memoria de quien fuera la sociedad más igualitaria de América Latina, la Argentina, antes de 1976 para convertirla en una sociedad disciplinada y colonizada».

«Surge este concepto cuando yo investigo en qué clase de sociedad se había convertido la Argentina luego de la dictadura. Antes del ’76 era la sociedad más igualitaria de América Latina, 50% para el trabajo y 50% para el capital, el 8º país más lector del mundo, leíamos según la Unesco entre cuatro y cinco libros por habitante/año y al término de la dictadura 0,8 libros por habitante/año», especificó.

Hizo notar en ese sentido que «según la Unesco en su encuesta de la década del estado social del lenguaje perdemos 3000 palabras, entonces cabe preguntar qué le pasa a una sociedad que pierde 3000 palabras. Sabemos que se requiere un piso lingüístico de 4000 palabras para comprender y hacerte comprender. Entonces, se convierte en adicto. ¿Qué significa adicto? Falto de lenguaje. Es aquel o aquella que por carecer de cantidad o calidad de palabras no puede pensar por su propia cuenta, por lo tanto, tuvimos una regresión muy perjudicial del ingreso en términos materiales, pero también simbólico, lo que quiere decir que nos empobrecimos económica y culturalmente».